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"Escapé de una situación de violencia de género junto a mis hijos. Después de pasar unos días en un parador, salimos a buscar un lugar para alquilar. Al no tener ahorros ni un trabajo formal, todos nos decían que no. Hoy vivimos los cuatro en una habitación de hotel pagando $25.000 por mes"

La historia de esta mujer no es la de nadie en particular, pero es la historia de miles de mujeres.

"Soy jubilado por la mínima y no tengo hijos. Cuando dejé de trabajar, tuve que mudarme porque no podía seguir afrontando el pago del alquiler. Hoy vivo en un hotel-pensión. Comparto el baño con otras diez familias y todos los inviernos termino internado por la falta de calefacción".

La historia de este jubilado no es la de nadie en particular, pero la historia de miles de jubilados y jubiladas.

"Llegué a la ciudad en búsqueda de trabajo porque en mi provincia no hay empleo. Limpio casas y oficinas, pero no estoy en blanco. Por eso, no cumplo con los requisitos que te piden y alquilo una pieza en una pensión por lo mismo que pagaría un departamento".

La historia de esta persona con un trabajo no registrado no es la de nadie en particular, pero es la historia de miles de personas.

En primera persona

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Estas historias pueden tener
otro final

Es necesario dejar de creer que el tema “lo resolverá el mercado”, o que se resolverá solamente con mejoras en la economía. ¿Sabías que en Argentina, la Ley 27.551 creó el Programa Nacional de Alquiler Social? Pero el mismo nunca se implementó y sigue siendo una herramienta con un potencial no explorado. Sumá tu firma para que el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat implemente una política de Alquiler Social de acuerdo a la ley.

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